No duele.
- Míranos, escondiéndonos como delincuentes
Por favor, no te vayas. Aun podemos…
¿Poder qué?, ¡así! Ocultando nuestro amor como criminales… Lo siento Grimaldo.
Podría estar viendo mi propio futuro, podría ser el. Acaso la vida me tendrá otro camino. Ya no lo sé.
Se, que las personas como yo, no nacimos para amar ni para ser amados, no podemos desear, tampoco sentir, nacimos para dar cariño, esperanza, para hacer reír, para compartir, para entretener. Nosotros te cantamos la vida, te bailamos para alegrarte, somos personajes de un mundo secreto. No nos hacemos… lo somos porque no tenemos elección. Y al menos podemos llorar cuando el mundo voltea, para luego renovarnos y ocultar nuestros ojos hinchados tras mascaras con sonrisas, pintadas con esperanza.
- No le volverás a ver, ¡JA!, que te has creído que tu puedes amar, que eres libre de elegir tu camino, no me hagas reír, de aquí no saldrás nunca, y limpia tus lagrimas de maldito, borra tus labios mudos. Toma tu mascara y ve hacer feliz a los demás. Que para eso existes.
Sus ojos, sus labios, mis manos, el corazón muere lentamente, como cuando el viento se lleva las hojas de los arboles, hasta que no queda ninguna, hasta que nada sobra.
Hoy soy quien ve el tiempo en el cielo, el viento llevándose la belleza, sus manos suaves, mis labios de seda, dejándome cabello gris, dejándome surcos en el rostro, ya no tengo más lagrimas, ya no necesito llorar mas, pero aún tengo que aprender de todo esto, este nuevo dolor no me sabe mal, es un dolor de comprensión, un dolor con perdón, muy diferente... Al fin, veo a los demás crecer, les veo crecer en número, les veo desde la ventana de mi mente, solo.
Comentarios